La Atalaya

Higiene facial en casa

Cuantas veces me habréis escuchado hablar de la importancia de la limpieza facial diaria en casa (me caigo pesada hasta yo) pero lo cierto es que nada, continua siendo el top ten de los fracasos. Para las que empecéis hoy, ¿realmente tienes claro por qué ha de hacerse y cómo?


A menudo me encuentro en cabina con personas que si se cuidan la piel, a nivel de cremas o serum e incluso contorno de ojos, pero ¿y la limpieza?. Muchas me respondéis "no, yo es que no me maquillo" ¡¡ERROR!! Pensar que el maquillaje es lo único que ensucia nuestra piel es un error muy común, por eso voy a tratar de explicároslo de una manera sencilla y bastante "de andar por casa". Seguramente os sonara familiar si os hablo de esas pequeñitas partículas de polvo que se van depositando encima de los muebles de nuestra casa, que nos pasamos la vida limpiando y aun así nos quejamos de lo desagradecido que es. Pues bien, para bien o para mal la cara es la zona de nuestro cuerpo que siempre llevamos al descubierto y por lo tanto también se ve afectada de igual manera que vuestros muebles (ya os dije que os lo explicaría de una manera muy de andar por casa). Por otro, todos sabemos que las manos están constantemente en contacto con muchísimas cosas, y no se vosotras pero yo no podría contar el número de veces que me lavo las manos a lo largo del día y... ¿acaso no os tocáis la cara con las manos nunca? Y así, os podría seguir contando infinidad de casos en los que nuestra se va ensuciando a lo largo del día, pero creo que ya vais viendo por donde voy.

Otro error muy común es decirme que os laváis la cara con agua, y uno de mis símiles preferidos es compararos nuestra cara con la vitrocerámica de la cocina. Seguramente jamás os plantearíais limpiar toda esa grasa con agua ¿verdad?. Pues una vez más, lo mismo ocurre con nuestra cara. La grasa, ya bien sea debida a agentes externos como los ejemplos que os contaba antes o la propia grasa que nuestra piel va segregando a lo largo del día es IMPOSIBLE de eliminar con agua, sencillamente porque todos conocemos el principio básico de que el agua y el aceite no casan y por lo tanto nunca vamos a limpiar nuestra piel de tooooda esa suciedad si no nos ayudamos de un producto adecuado para ello.

Pues bien, ¿cuándo debe realizarse?. La respuesta es clara, mañana y noche. Muchas, la limpieza de la mañana la lleváis bastante bien, pero el gran suspenso sucede en la noche: estoy cansada, no tengo tiempo... Cabe dejaros claro que no hace falta esperar a irse a la cama para realizaros este acto tan sencillo como es limpiarse la cara, no esperéis a estar cansadas y os entre la pereza porque es obvio que no lo vais a hacer. En el momento que entréis en casa y sepáis que ya no vais a salir, hacedlo. Creedme, la limpieza de la noche es infinitamente más importante incluso que la de la mañana precisamente por lo que os contaba de que esta se va ensuciando a lo largo del día. La piel, cuando dormimos, cuando nos relajamos, tiene un poder de absorción mucho mayor y por lo tanto va a absorber lo que le echemos, pero le dará igual si es nuestra crema diaria, que la suciedad que hemos ido acumulando durante el día, ¿resultado? piel apagada, poros abiertos, puntos negros, etc y lo que será peor para vuestros bolsillos, ya podéis gastaros el dinero en la mejor crema del mundo que si os saltáis este paso ya podéis estar masajeando durante 10 minutos de continuo, que el poder de penetración jamás va a ser el mismo.

¿Y la mañana? Pues esta claro, la limpieza de la mañana tiene como resultado eliminar la grasa que nuestra piel haya podido producir a lo largo de la noche, y eliminar los restos de crema que hayan podido quedar de la crema de noche, para así facilitar la penetración de la crema de día. Rápidamente explicado os diré que la diferencia fundamental que existe entre la crema de noche y la de día, es porque nuestra piel como os decía absorbe muchísimo más cuando dormimos, por lo tanto la función de la de la noche sera la de tratar nuestra piel y la de la mañana de proteger, por este motivo hoy en día ya casi todas vienen con factor de protección.


La elección de vuestro limpiador va en función del tipo de piel y también de vuestros gustos.

Por norma general los geles limpiadores están más indicados para las pieles mixtas o grasas y las leches desmaquillantes para las pieles secas. Pero hoy en día existe un gran abanico de posibilidades para todo tipo de pieles donde principalmente prima la comodidad, no solo a la hora de utilizarlo sino por el confort que sintáis en vuestra piel al aplicarlo.

En nuestro centro poseemos gran variedad de limpiadores, que se dividen en cuatro y son los que os recomendamos: leche, gel, mousse o jabón natural.

¿Y las toallitas? ¡JAMAS! Contienen alcohol, irritan la piel, la deshidratan y la sensibilizan.

¿Y el agua micelar? Como su propio nombre indica contienen micelas que actúan a modo de imán para atrapar la suciedad de nuestro rostro. Como definición no esta mal, ¿problema? que para que un agua micelar funcione a la perfección la concentración de micelas habría de ser tan elevado que el coste sería demasiado alto. A titulo personal no me convencen, no retiran la suciedad correctamente y en caso de utilizarlo siempre recomendaríamos utilizar otro producto de desmaquillado previo.

Si habéis llegado hasta el final de este post enhorabuena, serás una de la personas en saber que desde hoy y hasta final de mes, tienes un 15% de descuento en todos nuestros limpiadores (solo en tienda). Comienza ya el propósito de llevar a raja tabla tu rutina de limpieza diaria.


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