La Atalaya

¿Es la manicura semipermanente dañina para la salud de nuestras uñas?

No es la primera vez que los medios de comunicación hablan de manera negativa del esmaltado semipermanente, durante las últimas semanas de hecho nuevamente ocupaban algunos titulares poniendo en entredicho la salubridad de esta práctica. Muchas nos habéis preguntado nuestra opinión acerca de ello. Titulares como: "el lado oscuro de la manicura semipermanente"; "la manicura semipermanente, un peligro para la salud" ¿qué hay de cierto?.


Empezaré la historia diciendo que en mi primer contacto con el esmaltado semipermanente LO ODIÉ, confieso que era incapaz de ofertar ese servicio a nadie, era tedioso de aplicar, lento, se saltaba, no duraba aquellas dos semanas que prometía y lo que es aún peor, dañaba, dañaba muchísimo la uña. Fue una perdida de tiempo y dinero absoluta, me daba vergüenza realizar un servicio así. Sin embargo, he de reconocer que no tardaron en mejorar el producto y la técnica, y a día de hoy puedo decir que soy una enamorada del esmaltado semipermanente.

¿Qué si es un peligro para la salud de nuestras uñas? Todo esto lo respondo bajo mi experiencia realizando manicuras, y es esta la que me lleva a pensar que eso no es del todo cierto. He visto como uñas que se rompían con facilidad, sencillamente porque la persona no tenía una buena calidad de uña conseguía una largura razonable que nunca antes había podido lograr gracias a este esmaltado. En estos casos, por ejemplo, ha sido la solución de mucha gente, el esmaltado semipermanente es más duro que el convencional, por eso la uña queda más protegida y ejerce una mayor resistencia frente a traumatismos.

¨Pero es que la uña no respira¨ Señoras, señores... Las uñas, no respiran. Debemos saber que la placa ungüeal (la uña) está compuesta por células muertas, es por eso que podemos cortarnos las uñas sin que nos duela. Las células vivas de la uña se sitúan en la matriz (nacida de la uña) y el lecho (donde asienta la uña) y reciben los nutrientes a través del torrente sanguíneo. Por lo tanto la placa de la uña esta muerta y no necesita de oxigeno. ¡Pero! Eso no quiere decir que no haya uñas que necesiten descansar, y en estos casos la uña nos lo van a decir. En nuestro centro hay gente que viene a realizarse la manicura semipermanente cada dos o tres semanas asiduamente y sus uñas os puedo asegurar que gozan de una salud excelente, sin embargo si que hay otros casos donde clientas que han venido a realizarse la manicura les hemos recomendado descansar una temporada antes del siguiente esmaltado, como os digo, en estos casos nuestras uñas nos lo van a decir y conviene escucharlas. No tiene mayor secreto ni hay por qué tenerle miedo. Desde aquí lanzo una lanza a favor nuestra, y siempre os voy a recomendar poneros en manos de una profesional, no solo para retirarlo sino también para aplicarlo, y por supuesto evitar emplear productos de dudosa proveniencia.

Ahora bien, son innumerables los casos ya de gente que nos ha venido diciendo que una vez se pusieron el esmaltado semipermanente y nunca más volverían a hacérselo porque les destrozó las uñas y tardaron meses en recuperarlas. Y es aquí cuando viene la siguiente pregunta: ¿cómo te lo retiraste? ¡aja! Por favor, JAMÁS OS LO ARRANQUÉIS. En la mayoría de los casos el problema se resume en una mala praxis del servicio, en ocasiones por parte de la manicurista si se ha pasado limando. Pero en la mayoría por un mal retirado del producto, y vuelvo a repetir JAMÁS SE ARRANCA. En el centro a día de hoy empleamos dos técnicas para el retirado del esmalte. Si la persona va a volver a esmaltarse las uñas lo realizamos con torno, empleamos una fresa de carburo de tungsteno especialmente indicada para este uso que lo retira de maravilla, en este caso no retiramos la base, así evitamos tocar la uña y correr el riesgo de dañarla. Si por el contrario la persona no va a esmaltar, o al menos no semipermanente, retiramos igualmente con el torno pero nos deshacemos de la base con un remover. Contiene acetona y esta reseca muuuuchisimo, es por eso que solo empleamos esta técnica en el segundo de los casos.

En caso de alergias, y es uno de los grandes problemas, creo que no hace falta ni decirlo. Por supuesto que existen casos de alergias, es un químico. ¿Cuánta gente no conocéis que han tenido que dejar de teñirse el pelo a causa de darle alergia? Pues así precisamente es como se resume, si el producto te da alergia no insistas, este servicio no es para ti.

Los pros con respecto a la manicura clásica creo que son más que evidentes. Durabilidad de entre dos y tres semanas con el esmalte intacto (algunas incluso más), no existe tiempo de espera de secado y no amarillea. En el caso de la pedicura, las dos últimas razones que os he dado son claves. Respecto a la duración es cierto que el esmaltado clásico dura estupendamente en los pies, sin embargo estamos en Asturias y llueve, llueve... a menudo. Pintarse las uñas y poder calzarse es un buen punto a favor. Y no amarillea, no se si os habréis fijado que tras un verano entero pintándonos las uñas estas cogen un color amarillento bastante feo. Ocurre también en las manos si nos pintamos las uñas constantemente con el esmaltado de toda la vida, sin embargo las uñas de las manos crecen más rápidamente y es más fácil de solucionar dejándolas crecer un par de semanas. En los pies en muchos casos ni siquiera el problema se soluciona puliendo la uña, con el esmaltado semipermanente asunto resuelto.

¿En caso de embarazadas? no se recomienda esmaltado semipermanente a partir del séptimo mes, por la única razón que en caso de adelantarse el parto, vamos a ponérselo fácil a nuestros amigos los médicos ;)


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